22 de junio de 2022
Alain Castruita
@noesbasura
Jesús Bañuelos acevedo fue asesinado en la madrugada del 20 de junio de 2022 por oponerse a la operación de un basurero irregular en Atitalaquia Hidalgo.
México no dejó de ser el país hostil que mata a sus detractores, a aquellos que señalan y denuncian en medio del desdén de las autoridades. Es un sistema que aplaca y asesina imponiendo la figura del estado como aplanadora que lo legitima todo (casi). El acoso a los ciudadanos que se informan, y que organizados participan en las decisiones que conciernen a toda su comunidad siguen siendo víctimas del acoso, persecución, división e intimidación.
Una vez más, defensores de la tierra que agobiados por las constantes presiones y amenazas a su entorno por la instalación y operación de sitios industriales y disposición final, sin control, sin participación y consulta ciudadana, sin transparencia, recibieron cobardemente un ataque día 20 de junio de 2022 donde Jesús Bañuelos Acevedo fue asesinado en la madrugada estando en el campamento que bloqueaba el acceso al basurero irregular en el municipio de Atitalaquia en el estado de Hidalgo.
Este no es un caso aislado. Los activistas habían instalado el campamento hace un mes, y habían buscado a la autoridad local y estatal para recibir información y explicaciones sobre la instalación y operación de un sitio de disposición que estaría recibiendo residuos de nueve municipios aledaños y que claramente no cumplía con las condiciones mínimas de autorización para un sitio de tales características.
Los vecinos en pleno ejercicio de su derecho a manifestarse pacíficamente para pedir información sobre el proyecto que les afecta directamente, que equivale a una dosis elemental de transparencia y rendición de cuentas, reciben como resultado agresión derivando en la muerte de un activista y dejando heridos a varios más.
Tampoco es casual que los pobladores de Atitalaquia se encuentran en una alerta constante; no hay que olvidar que dicho municipio se encuentra en un polígono industrial que históricamente ha padecido el castigo del crecimiento industrial desmedido y brutal que materializado en la operación de industrias altamente riesgosas y contaminantes como lo es una refinería, una termoeléctrica, varias cementeras, caleras, sin olvidar el paso el drenaje de la ciudad de México. Es por eso que la región que comparten con Tula , también en Hidalgo y Apaxco en el estado de México, es considerada una región de sacrificio.
Esta lectura del termómetro a la situación actual ante la aplanadora del seudo desarrollo, cuyo estandarte alzan los reyecitos alcaldes y gobernadores, mientras que las autoridades competentes voltean la mirada hacia el ocaso de la vida misma en pleno desdén. Esta es la temperatura donde las protagonistas son las comunidades empoderadas que recolectan aprendizajes de otros lugares. Aprendizajes de otros que pasaron por esto ya; de vecinos o solamente hermanos de la causa. Pero que informadas y organizadas conocen bien de los riesgos de los que deben protegerse.
Ha muerto un compañero y se encienden los reflectores. La autoridad ambiental federal aparece proponiendo sentar a la mesa a las autoridades del estado y municipio que antes habían dado la espalda.
Los defensores de la tierra no cederán. Heridos pero en pie.
Mientras tanto se escuchan los gritos colectivos.
¡Tu muerte no será en vano Chuy!